Friday, July 28, 2006

Es que me quedaba la duda...















Tomado del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

fraude.

(Del lat. fraus, fraudis).

1. m. Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete.

2. m. Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros.

3. m. Der. Delito que comete el encargado de vigilar la ejecución de contratos públicos, o de algunos privados, confabulándose con la representación de los intereses opuestos.

Wednesday, July 26, 2006

Lo que no se ha comentado...


No sé si a ustedes se les hace raro, pero a mí sí... y mucho. Por aquí y por allá, en todos los foros donde las personalidades de la política han opinado sobre el conflicto post-electoral en el que estamos enfrascados, circula una visión crítica sobre las recientes acciones de AMLO. Se le critica por promover la desconfianza hacia "nuestras instituciones" electorales. Se le descalifica por haber presentado impugnaciones "a medias", acusaciones que al final fueron aclaradas sin necesidad de un juicio, y en donde se demostró que él no tuvo la razón. Con base en estas -dirían los más acérrimos críticos- acusaciones, se le ha tachado de gruñón, caprichoso, autoritario, y hasta dictador. Y sin embargo, ninguno de sus críticos -que yo sepa- se remiten a las pruebas que la Coalición (y él mismo en varias entrevistas) ha presentado una y otra vez acerca de las irregularidades en la "recolección" y el cómputo de los resultados casilla por casilla durante los conteos del PREP y, posteriormente, del 5 de julio.

Con qué facilidad puede pasar uno del respeto y la admiración a la desconfianza y al odio.

Aunque todavía no me lo explico, creo que la información sesgada que nos recetan los medios día con día puede ser el principal responsable de esta sorpresiva vuelta en las reacciones de la gente. Pero lo que más me intriga es que fuera de los análisis "matemáticos" acerca del comportamiento de los resultados durante los conteos, y mas bien, frente a las irregularidades contenidas en las actas:

¿con qué tamaño de verguenza nuestros políticos (y otros críticos) se llenan la
boca diciendo que el IFE es respetable, que las elecciones fueron limpias, y que
no hay duda de los resultados del proceso electoral?

Esto sólo me confirma, una vez más, que nuestros políticos (y otros críticos) o no leen los periódicos, o hacen caso omiso de los hechos (posiblemente, los dos). En ambos casos, me da una profundísima pena considerar que en el peor de los mundos (ver mi post anterior), lo seguirán haciendo. Lo cual nos impone un reto grandísimo si queremos documentar el sexenio de un presidente "sucio", ya que es probable que también hagan caso omiso de nuestra labor documental...

¡Qué triste!

Tuesday, July 25, 2006

En el peor de los mundos...

El pesimismo y la negatividad pueden ser muy útiles... Dirían los biólogos que el pesimismo podría ser adaptativo. Nos ayuda (de una muy extraña manera) a pensar positivamente y a valorar lo bueno, lo que no es tan difícil de percibir.

En el peor de los mundos, imaginemos que la victoria es de Felipe Calderón. Ok, ya nos chingamos, y ahora, ¿qué? Pues bien, he aquí mi propuesta para ese mundo "peor"... Ya se la he platicado a más de dos amigos, pero siguen dándome el avión, "tirándome de a loca". Me consuela pensar que tal vez a Darwin le pasó lo mismo cuando empezaba a platicar de la selección natural.

Mi idea es que nos organicemos a nivel de una sociedad civil que se dedique, única y exclusivamente, a documentar el sexenio del presidente de México (2006-2012): logros, avances, retrocesos, empantanamientos, tratos sucios, corrupción, despilfarro, estadísticas, viajes, mensajes, etc. Casi al final de ese sexenio, nuestra sociedad civil estará armada de pies a cabeza con información real sobre las acciones de ese gobierno que será tan trascendente en la historia de México. Esa información obviamente podrá ser utilizada para que la gente, próxima a elegir nuevo gobernante, tome una decisión informada, y ahora sí, vote no sólo con el corazón, sino con la cabeza bien puesta y trabajando.

Yo ya empecé a reunir información... es que yo ya estoy pensando en el peor de los resultados.

Por ejemplo:

¿sabía usted que Felipe Calderón Hinojosa no está registrado
como alumno de la maestría en Harvard?

Olvidemos por un segundo que se trata de una de las universidades con mayor prestigio académico del mundo. A la hora de los madrazos, no importa si uno fue a la UNAM, al ITAM, a Harvard o a Cambridge. Lo que tenemos aquí es una mentira, y no precisamente una mentira "blanca". El todavía candidato del PAN a la presidencia de México no sólo cree que el nombre de la universidad que lo alojó durante sólo un año será suficiente para convencer a los mexicanos de que el candidato fue educado y preparado acorde a los retos del nuevo milenio, no, sino que también cree que a nadie se le ocurrirá investigar concienzudamente su trayectoria académica. Pues bien, al buen Enrique Galván Ochoa se le ocurrió precisamente esto, y lo que encontró es que don Felipe Calderón sí hizo una estancia de un año en Harvard, para cumplir con un programa corto de estudios en administración pública, pero que dicho programa de estudios no requiere de la presentación de una tesis de posgrado para ser acreditado (La Jornada, viernes 21 de Julio de 2006). En pocas palabras, FeCal no hizo ninguna tesis de maestría, por lo tanto no tiene ningún grado Harvardesco de maestro.

Ahí se la paso al costo...
¿alguien más está interesado en unirse al equipo?

Wednesday, July 12, 2006

Premian sus desfachateces consejeros del IFE

No contentos con habernos jugado la pasada del domingo 2 (y miércoles 5) de julio, los consejeros del IFE -ahora sí- llegan a un acuerdo: es justo (pero no sé si es necesario) que se les otorgue una quincena arriba del bono que ya se les concederá por ser éste un año electoral. Cada consejero se va a embolsar ni más ni menos que la benevolente cantidad de 404,867 pesos gracias a esta desfachatez.

¿quién dijo que México es un país surrealista?

Esto sólo es posible bajo el cobijo de un gobierno al que no le interesa la desigualdad ni la inequidad en la que estamos sumergidos. Es año electoral, señor Fox: ¿por qué a los ciudadanos que a diario se enfrentan con el problema de conseguir dinero para comer no les autoriza también un bono así de generoso?

Un gobierno que realmente se preocupe por igualar esas diferencias sociales, uno al que realmente le preocupen las consecuencias de esa brecha enorme, no permitiría semejantes sinverguenzadas: ¿auto-otorgarse un bono multimillonario, y encima de eso una quincena más?


Wednesday, July 05, 2006

Sonríe: todavía no hay un ganador...



A continuación copio el mensaje de correo electrónico que le envíe a Carlos Mota, columnista del diario Milenio...
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Estimado Carlos:

Le escribo para comentar sólo dos puntos de su columna publicada en el
diario Milenio del martes 4 de Julio de 2006:

1. Decir que ya ganó Felipe cuando solamente se conoce el resultado
que arroja el PREP (resultado que indica una diferencia de apenas
0.63% entre los candidatos punteros), equivale a desconocer las
lecciones de estadística que todos los universitarios (tanto usted
como yo) hemos tomado. En mi trayectoria académica, me he enfrentado
varias veces a un ejercicio similar al que hizo el PREP el pasado
domingo 2 de Julio: tomar una muestra de una población de organismos,
y medir varios atributos para determinar si las diferencias
encontradas se deben al fenómeno hipotetizado, o simplemente al azar.
Cuando las diferencias son tan mínimas, es imposible descartar que se
deban al azar. En el ejercicio del PREP tenemos el mismo caso: la
probabilidad de que ese 0.63% de diferencia entre los punteros se deba
al azar es grande. ¿qué nos dice ésto? No nos dice que el triunfo
de Felipe es inminente, pero tampoco nos dice que el triunfo de AMLO
es inminente. Lo que nos dice (si usted estudio estadística en la
universidad, estará de acuerdo conmigo) es que se debe incrementar el
tamaño de la muestra para determinar la consistencia de las
diferencias y descartar al azar. Esto significa, para propósitos
prácticos, que se debe hacer un conteo de más casillas, y que no se
puede declarar a un vencedor todavía... ¿por qué se empeña usted en
decir que ya ganó Felipe?

2. En su columna del 4 de Julio usted menciona que "(...) el mexicano
promedio ha probado las mieles de la estabilidad económica".
Nuevamente me remito a la estadística: el mexicano promedio, señor
Mota, no es el que conduce un auto modelo 2005, ni 2004, ni siquiera
2003 (y quién sabe si un 2000). El mexicano promedio no es el de clase
media. Por el contrario, el mexicano promedio (gracias a nuestro
sistema de distribución de la riqueza en el cual unos poquísimos
tienen mucho y unos muchísimos tienen muy poco) es el que a duras
penas puede reunir dinero para comprarse un "bocho" del año del caldo,
el que tiene que pagarle al taller para hacer que su coche pase la
verificación, el que debe transportarse en metro, pecero, metrobus o
autobus el día que su coche no circula, el que tiene que pagar la
gasolina de su coche que ya es "tira-gasolina"... y creo que me estoy
viendo bastante "barco" porque presiento que el mexicano promedio ni
siquiera tiene coche. ¿Realmente cree que el mexicano promedio ha
probado las mieles de la estabilidad económica? ¿En qué país vive?
Digo, deme la ubicación geográfica, para intentar vivir ahí, porque el
México en el que yo vivo a diario es muy diferente de aquél que usted
plantea.

Señor Mota, sinceramente lo felicito por sus comentarios en la
columna del lunes 3 de Julio, en donde estamos de acuerdo: gane quien
gane, ojalá que el próximo presidente de México cumpla con lo que
prometió, y que nos ayude (y no estorbe) a construir el país que
merecemos. Pero sus comentarios del martes 4 de julio me tienen muy
desilusionada.

Sonríe: todavía no hay ganador.
Con un sincero y respetuoso saludo,

Alejandra Valero

Sunday, July 02, 2006

20:56



Los resultados preliminares nomás no salen a la luz...

Yo creo que fuera de esperar a que esos resultados se definan, lo que nos toca hacer está más o menos claro: Si el candidato de nuestra preferencia no ganó, debemos tomar cartas en el asunto y asegurar que -en la medida de lo posible- el candidato que sí haya ganado, cumpla lo que prometió. También nos toca promover la conciencia ciudadana, para exigir y hacer cumplir el que dentro de seis años, las campañas y los comicios sean, ahora sí, democráticos y propositivos, más que pleitos de verdulería.