El abogado Hernández hace una aclaración importantísima: que en casos de abuso sexual, el testimonio de las víctimas será suficiente para proceder, mientras que en casos de violación (entiéndase penetración del pene o cualquier otro objeto sin consentimiento de la víctima), se deberá comprobar que la penetración ocurrió, con base en los resultados de un examen médico.
Wilfrido Robledo y Miguel Angel Yunes insisten en que las mujeres y hombres que han declarado que fueron abusadas y violadas deben presentar pruebas de ello. El testimonio, señores, es suficiente prueba de que hubo abuso sexual.
¿Ya pueden dignarse a proceder y permitir que se realicen las investigaciones?
Otro punto importantísimo del comentario del abogado Hernández fue el de aclarar que las mujeres que siguen presas en el penal de Santiaguito, no han permitido que se les hagan las revisiones médicas, no porque sus declaraciones sean falsas, sino porque los médicos son de dudosa procedencia... Según Juan de Dios Hernández, para los casos de violación, los médicos indicados deberán ser médicos forenses o especialistas en tortura. Estos profesionistas también están capacitados para abordar las implicaciones psicológicas que un examen de este tipo representa para una víctima de violación. Los médicos que trabajan en el penal, NO están capacitados para ésto.
Pero, lo que me pareció todavía más contundente de los comentarios del abogado fue que las autoridades tanto del penal como de la PGR parece que están esperando a que pase el tiempo antes de hacer las averiguaciones pertinentes, ya que mientras más días transcurran sin examinar a las víctimas, las huellas de la tortura, de los abusos y de las violaciones, se van diluyendo...
No cabe duda que vivimos en un país que apesta a autoritarismo, apatía, ilegalidad, y a injusticia...
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