Friday, November 30, 2007

Otro "coscorrón" a Lydia Cacho...

Felicidades -como bien lo dijo un radioescucha del programa de Carmen Aristegui- a Mario Marín, gobernador del estado de Puebla, por lograr pasar por encima de la ley regalándole unos terrenitos a los ministros de la Suprema Corte. Ahora sí que eres el héroe de esta película, papá.

Felicidades -aunque el premio sugerido por Sergio Aguayo todavía no está instituido como tal- al gober precioso por hacerse acreedor al premio más prestigioso otorgado por la Suprema Corte de Justicia, el de la impunidad.

Y de paso, felicidades a todos aquellos que alguna vez hemos pasado por alto la ley "nomás tantito", "¿a quién le va a hacer daño?", "Ahorita no hay policías", "es por mi beneficio", "me vale madres", "si lo hace el de enfrente ¿por qué no lo voy a hacer yo también?", "no ponen multas", "sólo 5 minutos", "nadie se va a dar cuenta"...

Felicidades al que se pasa el alto en plena luz del día y en pleno tráfico, al que le avienta la lámina al peatón, al que ofrece "mordida" al policía, a los que sobrepasamos el límite de velocidad todos los días, al que se estaciona en doble, o triple fila, al que obstruye el paso de peatones estacionándose sobre la banqueta, al que quiere usar el nombre de un pariente para solicitar una beca a la que no podría ser acreedor, al que usa sus "influencias" para realizar un trámite "por fuera" del sistema, al que diario cocina al aire libre, contaminando el aire de una ciudad donde está prohibido quemar leña o carbón en chimeneas, y al sistema que prohibe el uso de chimeneas pero permite que el aire se siga contaminando con los productos de la combustión, al que tira basura en la vía pública (y luego la quema), al que "se cuelga" del cable de luz por el que paga otra persona para alimentar su puesto de jugos/quesadillas/tacos/golosinas, o simplemente al que se cuelga del cable de luz ajeno para poder ver Televisa y TV Azteca a todas horas del día, al que hace lavado de dinero disfrazado de Teletón, al que niega que la señora Ernestina murió como consecuencia de una violación tumultuaria a manos de un grupo de soldados, o bien, al que afirma que murió a causa de una "gástritis crónica mal atendida", al que vende menos litros de gasolina, o de gas para consumo privado, al que pinta su vehículo particular con los colores de un taxi (pero usa placas de auto particular), y se atreve a cobrarle a los pasajeros, a los choferes que a diario llenan sus microbuses muy por encima del límite de pasajeros, a todos los camiones/microbuses/taxis/vehículos particulares que "avientan lámina" para todo, a los que invaden los pasos peatonales en cada alto, a los que obstaculizan el tráfico todos los días porque no son capaces de detenerse detrás de un semáforo en verde cuando la avenida ya está llena y saben que no podrán avanzar, a los que usan su "sindicalismo" para trabajar sólo 2 horas al día, pero reciben el sueldo normal de 8 horas al día, a los que llegan tarde al trabajo pero se van en punto de las 6pm o 7pm, a los que nos "asaltan" todos los días cuando nos queremos estacionar en la vía pública en el Centro u otros lugares altamente frecuentados -Coyoacán, Condesa, Zona Rosa-, y nos piden 20, 30, 40, y hasta 50 pesos para "vigilar" nuestros automóviles (pero a la hora, se dan la vuelta y se van y no vigilaron nada).

En fin, felicidades a todos los mexicanos que a diario nos pasamos una o varias leyes por el arco del triunfo, no necesariamente por cuestionar las leyes (eso es diferente), sino porque "todos lo hacen".

Esto es lo que nos hace mexicanos, caray, este es mi país y esta es mi patria. Todos nos merecemos un premio, o por lo menos un record guiness por el mayor número de leyes quebrantadas en un día, o en una vida. Por eso a mí todavía no me queda claro por qué se sorprenden del fallo de los ministros de la corte, si vivimos en México, somos mexicanos y nuestra naturaleza es romper las leyes egoístamente, y este es el pan nuestro de todos los días en México.

Si no somos capaces de llevar una vida diaria con civismo, basada en el respeto,
¿de qué nos quejamos o por qué nos sorprendemos de que nuestras autoridades
se pasen las leyes por el arco del triunfo?

(pero me siento mejor... ejem, ejem, ayer me enteré de que en el 2008, la asignatura de Civismo volverá a ser obligatoria, al menos en todas las escuelas de gobierno...)

Wednesday, November 28, 2007

De héroes realistas

**ADVERTENCIA:
Este texto incluye detalles sobre las películas "Tirador (Shooter)" y "Beowulf"**

No sé si es un hecho real, o si se trata de cómo estoy percibiendo yo las cosas recientemente, pero la película "El Reino" (que reseñé en el texto anterior) no es la única que me ha dejado con un sabor de realismo que es bastante refrescante.

Recientemente ví "Tirador" (o Shooter, en inglés), de Antoine Fuqua, y "Beowulf", de Robert Zemeckis. En ambas películas los personajes principales son héroes. La trama de ambas es un tanto predecible, precisamente porque los caracteres que llevan la rienda de la historia son héroes. Y sin embargo, en ambas películas se descubren verdades dolorosas y asquerosas, lo cual es digno de admirarse, sobre todo de producciones emergidas de Hollywood.

En "Tirador", un ex-soldado gringo que ha decidido retirarse a las montañas después de tener una experiencia negativa en una misión en Etiopía, regresa a la vida pública por encargo del mismo gobierno que le jugó una mala pasada. En esa historia, la verdad sobre la corrupción y las manipulaciones a nivel del gobierno federal salen a la superficie como escupitajos. Es muy interesante ver cómo el director ha logrado ir más allá de la ficción para dejar en el espectador la sensación de que esa historia está basada en un hecho, o más bien, en un fenómeno, de la realidad.

En "Beowulf", un guerrero nórdico combate contra varios monstruos para salvar un reino... Aunque el personaje se lleva todas las glorias posibles e incluso se convierte en rey, aparece como un hombre de carne, hueso y corazón, ya que él mismo no se siente completamente satisfecho de su "victoria". Es más, es consciente de que su "victoria" es una pretensión más en su vida, y por lo tanto se siente culpable, y nada digno de las alabanzas que le profesan sus súbditos. Es un rey con mucha pena y casi nada de gloria, y por eso mismo, su humanidad resalta a lo largo de toda la historia. Es un héroe con mucha fuerza física, pero también es un débil moral y emocional, que aunque capaz de derrotar monstruos o vencer batallas, no soporta el peso de su conciencia, y por lo tanto se abandona a sí mismo.

Me sorprende agradablemente ver que nuevos directores gringos se atreven a salirse de los esquemas de "historias felices" expuestos en Hollywood a lo largo de muchos años. Definitivamente esto le da un giro más interesante a las historias que nos cuentan en el cine.

Wednesday, November 07, 2007

El Reino


Es una historia sencilla: En un campo de beisbol en Riyadh, Arabia Saudita, un tranquilo juego entre familias de soldados de Estados Unidos es interrumpido por el sonido de varios disparos. Todo esto ocurre dentro de los confines de la base militar... sí, a pesar de la vigilancia.

Después de que el pánico se establece entre los presentes, un oficial árabe que se hace pasar por guardia "bueno", atrae hacia sí a los asustados norteamericanos, para guiarlos hacia un lugar "seguro". En cuanto se ve rodeado por un buen número de personas, recita algunas cosas en árabe y se suicida detonando otra bomba.

Unas horas después, ya que se ha congregado un buen número de miembros de la cruz roja, detectives del FBI presentes en Riyadh, y otros inocentes más, estalla una tercera bomba que mata a más personas.

La noticia obviamente llega hasta Estados Unidos, en donde un escuadrón del FBI, dolido más por la pérdida de los amigos cercanos que por la persistencia del terrorismo internacional, decide romper todas las prohibiciones posibles para volar a Riyadh a "salvar" su honor (no, a la humanidad no).

Ya en Riyadh, el equipo de detectives pasa días investigando la escena del crimen, y exponiéndose a peligros insospechados en su intento por esclarecer y adjudicar responsabilidades. Mientras más se acercan a la verdad de los hechos, se exponen a más riesgos y se ven confrontados con una red de guerrilleros que no se detendrá hasta capturarlos para usarlos como rehenes.

Esa es, en bastantes palabras, la trama de "The Kingdom", película dirigida por Peter Berg (director de "Very Bad Things"), y producida entre otros, por Michael Mann (director de "Collateral" y "Miami Vice", entre otras). La combinación Berg&Mann definitivamente le trae cosas buenas a la película, no sólo porque las escenas de acción son de la mejor calidad, sino porque Berg también logra contagiarnos de esa angustia que a uno ya lo envolvió en "Very Bad Things" (y si no la han visto, ¿Qué están esperando?). Pero lo mejor de esta historia no es eso... lo mejor es el realismo del final.

Apostaría 50 pesos a que ya se imaginaron el final: el grupo de detectives del FBI logra "salvar" a esa región de Riyadh, ilesos, y regresan a casa con una sonrisa en la cara, habiendo elucidado el crimen.

Pues no, el final es aún mejor que eso. El escuadrón de detectives logra "salvar" a uno de sus compañeros de las garras de los guerrilleros, eso sí. Sin embargo, encuentran su perdición al detenerse a verificar el bienestar de una familia de árabes en la cual el hijo adolescente prepara una emboscada para ellos... Después de que una balacera dentro de un departamento mata al sargento árabe aliado del FBI, al adolescente rebelde, y al abuelo, los norteamericanos salen del edificio bastante lastimados físicamente, pero también heridos sentimentalmente. Regresan a casa, no como héroes, sino como sobrevivientes de algo que se ha salido fuera de su control. Y la última escena, y tal vez la mejor (la mejor porque no nos muestra un irreal paisaje norteamericano de "esperanza", sino un realista escenario de odio y xenofobia mutuos), nos presenta a un niño árabe sentado todavía en las piernas del abuelo asesinado, recordando lo que éste le susurró antes de morir: "no te preocupes hijo, los vamos a matar a todos".

En definitiva, una de las poquísimas películas de guerra que presenta un panorama realista de la situación mundial actual. Muy recomendable.