Sunday, April 13, 2008

Las mujeres también se mueven


El otro día me enredé en una discusión política y, como casi siempre sucede en estos casos, mi interlocutor(a) terminó por pedir: "no volvamos a hablar de política". Fuera de que no obligaré nunca a nadie de hablar de algo que no quiere, no estoy de acuerdo con esta forma de salirse de la confrontación. Las discusiones -constructivas- enriquecen, nos enseñan, nos dan un soplo de vida.

Por eso voy a agregar algunas cosas para mi interlocutor(a), y ya de paso, para el público en general. Que quede clara una de mis posturas: el ciudadano responsable que se queja de la situación político-social-económica actual en un país como México está obligado -mínimamente- a explorar las maneras de contribuir a que esa situación cambie. Y si no es su obligación, es una responsabilidad mínima, digo, para que ultimadamente se siga quejando con argumentos o para que se movilice sobre una de las rutas posibles de cambio (esperando que opte por la segunda).

Acerca del movimiento de las Adelitas que luchan por la defensa del petróleo y la "cobardía" de AMLO por enviarlas al frente de lucha (si uno escribe "cobarde escudo de mujeres" en Google, una de las primeras ligas se refiere a una nota escrita por Enrique Campos Suárez en el blog de Primero Noticias con Carlos Loret de Mola, es decir que a niveles oficiales de guerra sucia se está manejando la idea de que AMLO es un cobarde):

¿Cobardía por qué? ¿Por mandar a un grupo de mujeres? ¿Mi calidad de mujer me impide participar de la defensa del petróleo? Si la respuesta a los últimos dos cuestionamientos es afirmativa (y a juzgar por la nota de Campos Suárez, sí), entonces lo que se esgrime es un argumento machista que niega el rol de las mujeres en los movimientos sociales. El sólo hecho de asumir que Andrés Manuel envió a las mujeres al frente de la lucha implica que la mujer por sí sola no tiene iniciativa ni capacidad de decisión en los movimientos sociales. Si no se comprende que en la lucha social también hay igualdad entre hombres y mujeres, debe uno retroceder un poquito y re-analizar las propuestas del feminismo no-radical. Sin olvidar, claro, que la igualdad planteada por las feministas no-radicales demanda que el varón también se involucre en la lucha por la igualdad. Y no olvidemos que, por extraño que parezca, muchas mujeres son machistas en muchas de sus actitudes. Algunos ejemplos de la participación de las mujeres en las luchas sociales:

- En abril de 1974, miles de mujeres portuguesas salieron a las calles a intercambiar flores por balas, poniendo claveles en los rifles de los soldados. Ese día (pero no sólo en respuesta al acto simbólico que le dio nombre a la revolución de los claveles) la dictadura que dominaba a Portugal desde 1926 se terminó, se instauró un estado democrático y las colonias portuguesas finalmente obtuvieron su independencia.

- Djamila Amrane, una mujer francesa criada en Argelia, fue una de las tantas involucradas en el movimiento de liberación nacional de Argelia. Fue arrestada, condenada, y torturada, por sus ideas de liberación y por su activismo al interior del movimiento.

- En el verano de 2006, en pleno movimiento de los maestros de Oaxaca, y después de la inhabilitación de varias radiodifusoras locales, los rebeldes se encontraron en una situación de guerra sucia orquestada por el gobierno federal a nivel de todo el país: los medios comerciales se encargaron de desprestigiar al movimiento. No sólo eso: el movimiento requería de mantener un enlace informativo a nivel local con la sociedad civil que siempre estuvo dispuesta a apoyarlos, para organizar movilizaciones y hacer llamados. Entonces, en vista de la situación, un grupo de 2000 mujeres tomó pacíficamente las instalaciones de Canal 9 de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (propiedad del gobierno del Estado). Casi inmediatamente después de la toma de Canal 9, las mujeres comenzaron a transmitir mensajes informativos, mensajes de apoyo a la lucha de la APPO, y a hacer denuncias contra las arbitrariedades del gobierno estatal en contra de la sociedad civil y de los maestros.

- El movimiento zapatista que se gestó en Chiapas a principios de 1994 es único, entre otras razones, porque ha hecho explícito como un objetivo de su lucha la inclusión de las mujeres en el movimiento así como la exigencia de que se respeten sus derechos y se defienda la igualdad entre hombres y mujeres. Como resultado, los zapatistas ya proclamaron una Ley Revolucionaria de Mujeres, en la que se asientan las demandas específicas del movimiento con respecto a este tema. No sólo eso, a 14 años de la aparición del movimiento, las mujeres zapatistas de Chiapas (y las que no viven en Chiapas, también) se han ido incorporando a las tareas del movimiento social de muchas maneras. Un ejemplo digno de mencionar es el Tercer Encuentro de Mujeres Zapatistas que se realizó en diciembre de 2007 en Chiapas. En él, las mujeres zapatistas compartieron con otras mujeres de las comunidades y con mujeres que venían de fuera, su manera de organizarse, su forma de ver la vida, su forma de hacer el movimiento, sus logros a lo largo de los años.

El movimiento de las adelitas no es trivial ni es una manifestación de la cobardía de un personaje público. Es un ejemplo de la iniciativa que toman grupos de la sociedad civil para luchar por un objetivo en común, como en otras luchas sociales.

Continuará...

1 comment:

Martín Bonfil Olivera said...

¿"interlocutor(a)"?